Artículo publicado en la revista "Música desde el Conservatorio" del Conserv. "Manuel de Falla" - Buenos Aires- Argentina (junio de 1998).

IDENTIFICACIÓN DE UN DESCONOCIDO

" El entrometido Bandoneón"

 

por Rodolfo Daluisio

 

Tal vez por llevar la contra como contrapuesta de esclarecimiento, unas almas abrazadas a férreas convicciones de valores vividos en lo argentino, consiguen por vez primera en una institución "oficial", una resolución de justicia en la historia estética de la Argentina : "el Bandoneón debe estar en los primeros lugares de enseñanza de música".

Año 1954. Conservatorio "Manuel de Falla". Se funda la cátedra de Bandoneón. Director (promotor de tal fundación) : Cátulo Castillo. Apoyo de profesores de la casa : Juan Francisco Giacobbe, Sebastián Piana, entre otros pocos.

Titular de la cátedra, uno de los más esclarecidos definidores de la estética del instrumento : Pedro Maffia.

Se establece un programa de formación integral, con transcripciones posibles del vasto universo musical, incluyendo obras de compositores argentinos, y dando un lugar al tango como estilo y forma de base para la especificación técnica del instrumento.

En medio de una desdeñosa convulsión de reyertas, y la confiscada pertenencia errante de lo argentino, lo insólito sucede inadvertidamente. Desde aquel comienzo y por el transcurso de los decenios la cátedra de Bandoneón queda en su sitio, como en una silenciosa latencia, testigo discreto de las imprudencias y del descarte inconsecuente de riquezas intelectuales "argentinas" signadas de autenticidad, atacadas como todo aquello que se quiere forzadamente postergar.

Hoy, la dignidad de la "presencia", y ahora como un testigo sobreviviente de las reconstrucciones, el Bandoneón muestra el pertrecho de una batalla en suspenso, y avizora un horizonte de esperanza, precisamente cuando la esperanza ve su fin posible a conseguir; aunque muestre el orgullo de haber nacido con un signo rebelde de "prætexta" y haya cimentado su prosapia en el tipismo plebeyo.

 

VALOR DE "ÓRGANUM"

Breve aclaración organológica

Para la organología universal, en su riquísima historia, un "instru-mentum" es tal cuando a través de él puede expresarse aquello inmanente, profundo del arte en el ser viviente.

Un "instru-mentum", instruyendo a la mente, y desde la mente, por senderos de la especial inteligencia, el selectiva sensibilidad y la múltiple fantasía, alcanzar alturas de perfección incalculables e incalculadas, que solo en lo interior de un ser pueden tener certificación de vivencia.

Un instrumento musical posee tres componentes esenciales en su función de

interpretación : 1) construcción; 2) mecánica, y 3) ejecución.

La construcción debe considerar principalmente :

la materia de su factura; conjunción especificada y selectiva;

la morfología estructural que define timbre y forma sonora; y

la finalidad útil, para la eficacia de las variables expresivas.

La mecánica general puede darse :

natural (digitación, posición, automatismos, etc. Elementos vitales);

racional, (acción de pensamiento en ejecución, etc. Conjunto de memorias); y

abstracta, (actitud ante al carácter del estilo musical, etc. Construcción formal).

La ejecución también es una unidad que presenta al menos tres elementos :

la razón técnico-mecánica, orden de movimiento por síntesis superativa formal;

la función expresiva, simbiosis entre el productor y el concepto de la obra; y

el medio eficaz donde el acto musical debe trascender. Relación de comunicación.

 

Cada razón constitutiva organológica, como conjunto de unidad funcional completa, se da en el Bandoneón con una definición ya hoy tan probada, que solo resta repetir las verificaciones que hacen a su permanencia universal. ( ¡ Así se lo quiera ver, o no ! )

 

¿ EXISTIR . . . YA ES IMPONERSE ?

Definición inventada

Lo sabido. El Bandoneón surge del sur de lo que es territorio actual de Alemania, en el taller de Henry Band. Año 1935. Hamburgo.

El Bandoneón en la época de su invención, era utilizado para amenizar reuniones y festividades populares, o bien como órgano portativo en el ritual "popular".

Pero el invento no tiene la aceptación esperada. Entre otros motivos se podría aducir que la técnica-mecánica para abordar su estudio tropieza con cierta dificultad técnica inicial, lo cual la practicidad realista de lo popular se resiste a aceptar.

Históricamente lo popular permanece por poderosos recursos de síntesis de expresión, donde las complejidades son absorbidas por la naturalidad de lo directo.

Desde luego, un "instrumentum" no llegaría a ser tal sin una expresión que lo contenga, cuya operatividad consigue una simbiosis de unidad correspondida.

El Bandoneón "instrumentum", llega al puerto de Buenos Aires en el segunda mitad del siglo XIX, donde se hace porteño por adopción, asimismo argentino, e ingresa a un universo sensible.

Podría decirse que el Bandoneón no había atesorado ninguna expresión, y al llegar a las riberas del Río de la Plata encuentra su lugar y su espíritu en el tango. Así la música se apropia del instrumento, como un reflejo del primero y principal instrumento que la música compenetra, como es el mismo ser humano.

El bandoneón conquista al tango, y el tango al bandoneón. Siendo el tango una de las realidades más vitalmente amadas en lo argentino, trasunta por él una fuerza profunda de estima y de pasión.

El bandoneón, como propiedad y pertenencia estética de un estilo, es un invento argentino, desde el tango como proceso completo de expresión. De allí define su técnica instrumental que posteriormente pueda proyectarse a un mundo de posibilidades.

 

"DE VULGARIS ELOQUENTIA"

"El decir común"

Inexplicable, en la maravilla de lo increíble es que el bandoneón haya sido descubierto por seres considerados "analfabetos" de aprendizaje musical metodizado, ni mucho menos completo, sobre un instrumento difícil de dominar, en especial en el período inicial de su conocimiento técnico. Tal descubrimiento se da en un marco de especificación técnica elemental pero exacta, de precisión estilística directa y en una permanencia de principios expresivos hasta hoy activos.

El "pardo" Sebastián, cansino palpitar de acordes, allá por las últimas del siglo XIX.

Aquellos seres, inmersos como en la revelación de un misterio, definen la difícil función de la forma musical (danza-canción) en el género tango. A ellos debemos reconocer, al menos, tres condiciones innatas : realizaron su labor siendo músicos "de oído", por facultad de intuición, y con una entrega de espontaneidad.

Guardia inaugural : Vicente Greco, Juan Maglio "Pacho".

Eduardo Arolas, : visión, germen, invención.

 

El oído, ese imponderable regidor de la música. Organismo integral psíquico y somático del ser, mental y descifrador de percepciones que regula los tipos de equilibrios vitales. El oído musical que coordina los grados del trascender del acto sonoro hacia lo sublime, más allá de la mera acción épica del sonido.

El músico del tango germinal, "músico de oído", en la fuerza dinámica de la intención, por la imponderable intuición. Entendimiento mutuo que rige por adivinación ("ad-divinum") plasmar el ritmo abrasador, como en las danzas y canciones primarias y eternas del género humano.

La calidad de lo espontáneo, de aquello que "nace" no solo por lo inmediato, sino en lo que transita por la breve sinceridad de lo claramente veraz.

Pedro Maffia : virtuosismo de estilo y finura.

Pedro Laurenz : descubridor. Laborioso sensible; desde un criollismo de base proyecta un porteñismo de esencia y de segura innovación.

Tocar un tango, conjunto guiado por identidad de pertenencia. Ejecución "a la parrilla", dando por entero cuanto se sabe y se ama en la sinceridad espontánea. Condición innata del "tocar" por especial temperamento para la música y por naturaleza de arte.

Esos "músicos de oído", iniciadores del Bandoneón, resuelven la función tonal del instrumento por acordes, cadencias y tipos de acompañamiento, con un sentido melódico que especifica estilo, y luego un género de música.

Aníbal Troilo : el don de la melodía. Escuela de intérpretes.

Osvaldo Ruggiero : ritmo de variables complejas en el fraseo.

Astor Piazzolla : Fuerza de acento. Simplificación por homogeneidad de expresión.

"Identificación sentimental", con ese instrumento entrañable que, como sucede con todos los instrumentos musicales a lo largo de la historia viviente del arte, se identifica con la pasión humana. De ese modo el bandoneón : llora, gime, rezonga, habla, se queja, se enronquece, se apaga su voz, tiene intenciones, reprocha, reclama, exalta, acompaña.

Nacido bajo un signo rebelde de "prætexta", del tipismo plebeyo va conquistando cierto grado catedrático, pero se sabe transitando su edad inaugural, con el egregio espíritu de los que tienen voz, ya que, por innegable existir se impone solo.

AUTONOMÍA DE EXPRESIÓN

Primera etapa

Hoy, se proyecta el bandoneón solista, por autonomía ejecutiva y expresiva de música integral.

Bandoneón integrante de conjuntos. Fusión tímbrica particular.

Intensidad de melodía. Orden polimórfico del ritmo. (Melodía acompañada).

Fuerza y gran despliegue sonoro. Sutileza expresiva.

Graduación sonora : de intensidad por susurro o estridencia, de ataque seco, gradual o marcado; de emisión ondulante o continuidad estable. Sonoridad semejante a trío o cuarteto de vientos. Sentido orquestal, dentro de sus propios recursos.

Instrumento sentido por la percepción de los seres comunes, los que por autenticidad no conciben quebrados análisis, ni vanidades del saber. Desde el sincero afecto de esos seres se percibe un secreto, como el misterio de un enigma hermético que escapa de ese aire, "aulos", "pneuma", alma. Lo verifica plenamente quien alguna vez haya arrancado unos magros acordes de un bandoneón.

Encuentro con una pertenencia, en homenaje "a los bandoneonistas -con fama y sin ella- que compartieron hasta el sacrificio, los ideales superativos del arte y de la vida..." (según designa la dedicatoria de "Homenajes" opus 124 de Juan Francisco Giacobbe), para comprender este puro comienzo como compromiso ante la historia y el arte.

Es preciso una estimación justa, una crítica ponderada y clara, sin preconceptos erróneos, para valorizar, rescatar y proyectar. Con dignidad de "presencia", sin renunciar a la rauca "prætexta" , y con la prosapia enraizada en lo propio, continuar la batalla en suspenso.

Bandoneón "decidor" :

Terminó la "introducción". Y ya el baile está empezado.

Fueye malevo y tristón

en tu chamuyo armonioso

está la paz y el reposo

de mi cansao corazón.